La esencia de las esencias, o también llamada rosa de Damasco o damascena, fue usada por la mismísima Cleopatra como secreto de belleza para su piel, pues ya entonces se sabía de su acción antiinflamatoria, suavizante y antialérgica.
Como en otros aceites esenciales de rosa, se obtiene al destilar los pétalos de la flor, pero en este caso se trata de la rosa de mayor calidad, recomendada por sus infinitas propiedades cosméticas (regenerador celular para pieles cansadas, congestionadas, secas y sensibles y con un gran efecto rejuvenecedor).
En cuanto a sus propiedades mentales y emocionales el aceite esencial de Rosa de Damasco aporta sensación de seguridad y estimula la sabiduría femenina interior. Ayuda a eliminar sentimientos de culpa, creando armonía y amor por todo lo que nos rodea. Aporta una calma profunda, alegría, bienestar y felicidad interior.
Esto es porque los aromas tienen un efecto inconsciente en nuestro estado de ánimo y en los recuerdos. Cuando el aroma de un aceite esencial nos resulta agradable nuestro olfato se estimula y desencadena una producción de endorfinas.
Por eso la elección del aceite esencial en aromaterapia es muy importante, ya que un aroma puede agradar más o menos según tu estado de ánimo. A la hora de realizar una sesión de aromaterapia damos a escoger entre tres esencias, y de ellas se elige la más conveniente para realizar el tratamiento.
"Busca en el perfume de las flores y la naturales la paz interior y la dicha de vivir"
poeta chino Wang Wei, siglo VIII
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